domingo, 1 de noviembre de 2015

La muchacha bella


En algunas ocasiones trabajando en un edificio antiguo y gigante a veces mientras limpiaba durante la medianoche cuando todo estaba ya muy tranquilo, veía pasar a una muchacha muy bella y siempre sola, él no sabía quién era ella ni en que piso vivía pero quería averiguarlo. Nunca se animó a hablarle ya que ella no aparentaba querer hablar con nadie siempre caminaba mirando hacia el piso. Una noche él estaba subiendo en el ascensor a otro piso para hacer su trabajo y cuando frena en uno de los pisos sube ella, entra, se para dándole la espalda y marca en el tablero el último piso, ese en el cual se sabía que no estaba en buenas condiciones y en el que aparentemente nadie vivía. Él dudo al ver eso, no sabía si hablarle o no, pero cuando vio que ya estaba por llegar al piso donde debía bajar le dijo: siempre te veo muy sola, quisiera, si no tenés compromisos, invitarte a cenar. Ella no contestó, dio un paso hacia el costado, se abrieron las puertas, él salió y ella siguió. A los pocos días mientras él limpiaba las paredes de mármol del hall la muchacha pasaba por ahí, él se le acercó, la saludó y rápidamente pidió disculpas por lo que sucedió aquella noche en el ascensor y aclaró que su intención no fue molestarla. Ella levantó la cabeza, lo miró a los ojos y preguntó cuáles eran sus intenciones, él sorprendido y casi paralizado por el color y el brillo de esos ojos y esa cara angelical contestó: me gustás y me gustaría invitarte a cenar para conocernos un poco más. Ella esquivó su mirada y avanzando lentamente dijo: no creo que debas conocerme solo tenés que venir una noche a mi casa, que pase lo que me gusta hacer y nada más. Quiero esa oportunidad, dijo él, aclarando que le gustaría que no sucediera solo una noche, ella contestó que con una noche lograría lo que pretende y le dijo que el fin de semana lo esperaría en el último piso en el último departamento pero que nadie debía saberlo. Él, contento, se comprometió a que no diría nada y que estaría allí esa noche. Trató de despedirla con un beso en la mejilla, ella se corrió hacia atrás pidiendo que no intente ningún contacto físico, que espere esa noche. Llegó la noche acordada y allí estaba él caminando en el frío pasillo del último piso, cuando se acercó al departamento de la muchacha vio que la puerta estaba abierta, todo adentro estaba oscuro, solo iluminaba una vela en medio de la mesa del comedor y allí estaba ella, se asomó a la puerta y le pidió que entre y se ponga cómodo, mientras le contaba que se había quedado sin electricidad.

¡Qué extraño! -dijo la muchacha, avanzando cautelosamente -¡qué puerta más pesada! La tocó, al hablar,  y se cerró de pronto, con un golpe.

¿No tiene picaporte del lado de adentro? -dijo el hombre, y ella solo lo miraba.

Bueno, ahora estamos encerrados los dos solos.

Los dos no. Vos solo -dijo la muchacha,  pasó a través de la puerta y desapareció.

 

El final de este cuento pertenece a “Final para un cuento fantástico” del escritor A. Ireland.

miércoles, 28 de octubre de 2015

A todo o nada


Ya está, hasta acá llegué. Hoy, cuando la ciudad se haya detenido, voy a colgarme; no aguanto más. Estoy re podrido de todo los días lo mismo: las mismas caras, los mismos problemas. No, ya no quiero todo eso, tengo que ponerle un fin a esta situación. Sé que muchos van a criticarme pero para cuando lo hagan ya estará hecho. Lo lamento mucho por ella pero sé que tampoco va a interesarle tanto, se le va a pasar pronto el enojo. Aparte ella siempre está hablando que no le interesa nadie más que ella y que uno tiene que encontrarle una respuesta a sus problemas, así que si alguna vez me la cruzo y me pregunta por qué lo hice le voy a contestar que decidí a través de sus consejos. Soy consciente de lo que voy hacer, no miento, me da algo de culpa pero bueno ya fue, lo tengo decidido.

Hoy a la madrugada voy a subirme a la terraza con un cable, voy a cruzar el tejido que divide mi casa con la de la vecina y  lo voy a hacer, no creo que me lleve mucho tiempo pero tengo que ser sigiloso para que no me escuche y  arruine mi plan, porque sé que ella duerme debajo de donde está la antena. Espero que nadie se dé cuenta. Quisiera no tener que hacerlo pero ya estoy cansado, no tengo opción dada mi condición de moroso y no tengo un trabajo en blanco. Además estoy cansado de juntarme con mi grupo de amistades y que todos hablen de las novelas que están siendo un éxito, de las nuevas películas fascinantes o de los programas de chimentos donde siempre hay alguien a quien criticar sin que haga falta conocerlos y más que nada, de las noticias y sus diferentes miradas políticas, algunas muy distintas a la mía.

Ya no encuentro otra solución. Me llevó mucho tiempo decidirlo pero la desesperación me ganó, hoy lo hago, hoy me cuelgo del cable. Y mañana con la plata que gane vendiendo algunas antigüedades que tengo sin usar en casa, voy a comprarme un control remoto. No tengo uno porque solo hay cuatro canales de aire y siempre veo el mismo, pero ahora que voy a poder disfrutar de muchísimos más canales, voy a necesitar un control para estar como un duque en mi cama. Hoy mi vida cambia. 

miércoles, 7 de octubre de 2015

Cómplice de la injusticia


Estoy cansada, ya no quiero ser cómplice de toda esa maldad, de esa injusticia. Ya no quiero sentir sangre sobre mi cuerpo no soporto escuchar esos llantos desesperados pidiendo auxilio y piedad sin saber que nadie podrá escuchar ni ayudar en esa ocasión. Son demasiadas personas y ya me preocupa, me dan pena porque sé que no son culpables de nada, son inocentes pero el que me manipula y ellos que lo acompañan no piensan así, no tienen corazón.

Son bastantes los desaparecidos, digo desaparecidos porque así los nombran los medios de comunicación. Para mí no son desaparecidos. Yo sé dónde fueron torturados y sepultados muchos de ellos. Quisiera poder tener la oportunidad de contárselo a alguien para que se haga justicia y yo ya no sienta esta culpa pero no puedo, cada vez que me manifiesto termina lastimado alguien. Solo espero que esta persona descorazonada deje de hacerme cometer esos delitos horrorosos y que me deje descansar en el estuche que me aparta de este mundo sangriento. Todo esto ya fue demasiado para mí.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Funeral


Es un día hermoso como aquel día cuando nos conocimos  en ese parque de diversiones un 30 de noviembre, cuando yo cumplía 17 años; vaya sí que pasaron muchos años. Te recuerdo y recuerdo esa tarde donde sin querer  volqué mi helado sobre tu vestido color blanco con turquesa muy elegante. Quisiste matarme no sabía dónde meterme, rápidamente me ofrecí a limpiarlo y luego nos quedamos hablando.  Esa tarde cuando caía el sol, luego de ir a comprar un copo de nieve ese que tanto te gustaba, nos dimos nuestro primer beso arriba de un bote.  Fue fabuloso pero la tristeza apareció cuando cada uno se tuvo que marchar con su familia. Quedamos en encontrarnos en las siguientes vacaciones, el mismo día y nos despedimos. Pasó rapidísimo y ahí estaba yo ese día, muy contento. Ya era mayor de edad y quería verte; pasaron largas  horas y te seguía buscando cuando, en un rincón de un patio de comida te encontré  y me acerqué estabas con una amiga. Comimos y nos fuimos a disfrutar del día. Ahí empezó nuestra historia. Amor, como olvidarme de vos y de todo lo que vivimos, lo recuerdo todo como si hubiese pasado ayer. Te juro que te extraño tanto, todavía no puedo aceptar que ya no estemos juntos. Lamento tanto esa tragedia ocurrida hace solo 5 años cuando volvíamos del casamiento de tu hermana, reconozco que fue mi culpa por manejar alcoholizado. Te pido perdón aunque dudo que me perdones y sé que estás en todo tu derecho.

Aquí estamos en el cementerio, este es el nuevo lugar donde solemos reencontrarnos, casi dos metros de tierra nos separan físicamente pero yo te siento cerca en todo momento. Muchos familiares y amigos nuestros te recuerdan, siempre me hablan de vos, recuerdan la simpatía que tuviste con cada uno de ellos a pesar de que tu estado de ánimo no fuera el mejor en ese momento. Muchas veces te visito; no podés verme pero te cuento que lloro mucho y pienso en lo maravilloso que sería todo si no hubiese existido esa tragedia que nos destruyó la vida a ambos. Quiero que te quedes tranquila por todo eso que me pedís que les cuente a ellos que tampoco forman parte de tu vida. Hoy en día, cada vez que me venís a visitar, se los cuento, luego de que te marchás. Ellos también te visitan, te están cuidando en cada momento y desean, lo mismo, que yo que seas fuerte, que puedas seguir con los proyectos de vida que tenés. Sé que alguna vez vamos a poder estar juntos, besarnos abrazarnos y ser felices como alguna vez lo fuimos pero para eso faltan muchos años y voy a saber esperar. No quiero que el rol de viuda sea una carga y un castigo para vos, deseo que formes esa familia que no te pude dar yo y que puedas volver a amar como me amaste a mí, siempre voy e estar cuidándote y guiándote por un bueno camino. No decaigas, disfrutá de la vida, es mucho mejor que donde hoy me encuentro. Te amo, siempre te amaré y no dejaré de hacerlo.
Posdata: gracias por los jazmines aromatizados que me dejás cada vez que me visitás. No me olvidé que esas flores te las regalé en nuestra cena íntima aquella noche cuando nos comprometimos.

sábado, 12 de septiembre de 2015

Paranormal


Recuerdo aquella madrugada en la que no me podía dormir, me encontraba escuchando la radio, en la que estaban transmitiendo un programa en el cual contaban historias  aterradoras paranormales. Ya eran casi las 2 am,  estábamos todos ya dentro de las celdas que eran compartidas de a dos. Mi compañero  se encontraba durmiendo, estaba a muy pocos metros de mi cama. Todo estaba oscuro y la celda estaba iluminada por una pequeña luz que ingresaba desde un pasillo por la reja. Confieso que estaba con la piel erizada escuchando atentamente las historias que iban relatando; eran escalofriantes y bastantes creíbles. Quería dejar de escucharlas pero la radio no estaba a mi alcance como para poder apagarla o cambiar de sintonía. En un momento, cuentan una historia de un cura de España que tuvo mala reputación por abuso infantil y masacres inimaginables, lo detallaron físicamente  y parecía aterrador. Me pareció algo feo y decidí darme vuelta  mirando hacia la pared dándole la espalda a mi compañero, distraerme y poder dejar de escuchar. Miraba la ventana que estaba en la pared;  los árboles de afuera se movía no era una noche con viento; me parecía raro. De repente sentí  frio y el sonido de  un viento fuerte dentro de la celda, pero la ventana estaba cerrada, me asusté mucho y me envolví todo con las frazadas, pero rápidamente me sentía más aterrado por no saber qué pasaba afuera de mi escondite. Tuve que destaparme la cabeza ya que el miedo era mayor. Seguí mirando la pared y sentía que alguien estaba parado cerca de mis pies, miré de reojo y vi la figura de una persona, lo vi con una especie de túnica negra y un rosario en su cuello que brillaba bastante. Estaba como persignándose, era bastante similar a la persona que describieron en la historia que estaba escuchando. Empecé a temblar y no quería ni siquiera respirar, cambié mi mirada hacia la pared que tenía enfrente de mí mientras unas lágrimas caían de mis ojos. La radio empezó a cambiar de sintonía rápidamente y luego se apagó. De repente vi en la pared la sombra de mi compañero que  se estaba levantando, yo creí que ahí se desataría un desastre. Me paralicé, ya no entraba luz del pasillo, todo quedó en silencio, escuchaba que alguien con una voz fea hablaba o rezaba, no podía entender lo que decía. Sentí que mi compañero empezaba a caminar dirigiéndose a la esquina de la celda donde yo estaba viendo que estaba alguien, muevo lentamente mi mirada hacia él  y vi que se para enfrente y ese alguien se sacó el rosario y se lo colocó en el cuello. Seguía diciendo cosas extrañas y mi compañero empezó a elevarse hasta el techo y ahí quedo. Yo empecé a llorar pero muy bajo sin querer hacer ruido, y vi que empezaba a acercarse a mí, deseaba salir corriendo pero no podía mover ni un músculo. De pronto sentí que me destaparon fuertemente, grité muy fuerte, sentí que me apretaban el cuello y me desvanecí.

Me desperté asustado, muerto de frío, estaba destapado, miré la ventana y era de día miré rápidamente hacia la cama de mi compañero y estaba ahí acostado. Lo desperté, le quise hablar pero me dolía bastante la garganta. Le conté desesperado lo que había pasado  esa noche. Mientras se lo contaba él se levantó la remera, tenía una marca roja que rodeaba todo su cuello, nos quedamos mirando impactados. Yo empecé a gritar llamando a los empleados de seguridad pidiendo que nos saquen de ese lugar. Se acercaron desesperados por mis gritos y me piden explicaciones. Cuando se las di, no me creyeron ni un poco; me miraban enojados, pensaban que era solo excusa para salir de la celda fuera de horario, y que seguro que las marcas en el cuello fueron a causa de alguna pelea o boludez nuestra, decían que estábamos mintiendo para poder zafar y que nadie se entere lo que paso. Les dije que tenían que creerme, que no era joda y no estábamos tratando de boludearlos, que por algo tenía yo la voz así. Contestaron nuevamente que no creían nada y que yo estaba  sin voz por dormir desabrigado, me pidieron que dejara de hacer circo porque íbamos a terminar sancionados. Abrieron las celdas de todos y se marcharon sin decir nada más. Yo me sentía muy mal no creía que fue una pesadilla estaba muy seguro. Mi amigo no entendía nada y decía que no estaba convencido de mi relato. Trató de buscarle otra explicación a la marca en su cuello para asegurarse de que no había sucedió tal como se lo había contado yo.  Enojado, agarré todas mis pertenencias y me fui a otra celda. Él hizo lo mismo pero se fue a otra. Me la pasé todo el día encerrado en la celda con una sensación inexplicable, casi todos los pibes  del pabellón se acercaron pidiéndome una y otra vez que les contara lo que había pasado, algunos quedaban sorprendidos y decían que algo me creían; otros se iban riendo y diciendo que me estaba volviendo loco, yo contestaba enojado que no estaba loco y me quedaba renegando ahí. Jamás volví a aquella celda, tampoco nadie más quiso vivir en ella, hoy en día no se usa. Está desocupada… supuestamente…

Poema


Amor, a pesar de todo te confieso que es muy duro tu olvido

Amor, si siempre me imaginé contigo un futuro

amor, excluidos están mis sentimientos, de tu alma

amor, porque escondida estás sin querer sentir nada

amor, reflexiono y analizo el poder que tienes conmigo,

y tengo esperanza

amor, comprendí en qué he fallado, pero no me rindo

amor, están las ganas de otro futuro contigo

miércoles, 9 de septiembre de 2015

La niñez no se pierde


Lunes 22/6/2015  03: 14 am

Dicen que en cana estamos los que no tenemos sentimientos o los que no somos sensibles.

En esta oportunidad quiero contarles algunas anécdotas para que puedan entender que muchas veces se equivocan. Me di cuenta que todos llevamos el niño que alguna vez fuimos adentro y que en distintas situaciones aparece, yo hace muchos años cuando todavía no conocía lo malo de la calle era un chico que se entretenía mucho con la tele, me la pasaba mirando dibujitos animados, series de Disney Channel y también programas para jóvenes como yo que eran de nuestro país, era mi pasatiempo antes de ir a la escuela y también luego de volver y casi todo el día de los fines de semana. Esa costumbre se fue perdiendo a medida que iba creciendo, también porque empecé a conocer las redes sociales y más tarde fui conociendo cosas en la calle que creía que eran más interesantes, pero de vez en cuando me entretenía con la tele cuando no había nada que hacer.

A los 17 años perdí mi libertad y en cana empecé a conocer otras costumbres. A pesar de que todos éramos jóvenes adolescentes, tratábamos de demostrar que éramos grandes, hombres maduros. Nunca ibas a ver a nadie viendo alguno de los programas que nombré, solo se veía canales musicales, noticieros o algún programa de chisme y esa era la costumbre de siempre. Luego de que pasaron varios años, una noche estaba acostado hablando con un amigo que convivía conmigo y de la nada empezamos a hablar de un programa de aquella época que era Dragon Ball y él me dijo:

-¿Te acordás de ese dibujito? Qué flashero, yo lo  veía todos los días, ¡qué gil que soy! ¿No?

-Sí, yo también, nada que ver – le respondí.

Y después de unos segundos en silencio él agregó:

-Eh pero algunos capítulos estaban buenos ¿te acordás de…?

-Sí y también había otro que estaba bueno que me gustaba verlo siempre.

Otra vez silencio y en cuestión de segundos los dos largamos una carcajada muy fuerte que creo que despertamos a los pibes de al lado, nos reíamos bastante jua jua jua.

 -Mirá de lo que estamos hablando jua jua jua. 

 -Bue ¿pero qué me vas a decir que si ahora estás buscando algo para ver y  encontrás los dibujitos no te ponés a verlo?

-Noooo, eso era antes.

Yo no podía parar de reírme y le dije:

-Dale, decilo, no te voy a decir nada, yo cuando no hay nadie miro dibujitos.

 Eso hizo que él estallara de la risa nuevamente, y me contestó:

-Te digo la verdad, sí, está para verlo pero no, dejá, ya fue.

Yo me moría de la risa, le hice acordar de otro dibujito que también veía y le decía que estaría bueno que vuelvan a pasar eso en la tele y él emocionado me contestó:

-Sí, yo también lo veía a las once de la mañana antes de ir a la escuela.

-Yo también.

Luego empezamos a nombrar muchísimos programas que veíamos de chiquitos, tratábamos de acordarnos los horarios en que los pasaban, en qué canal, los nombres de los personajes y muchas cosas más. Y en un momento le dije:

-Te cuento algo, yo siempre quise ver uno que todavía lo dan en la tele, pero de repente si vienen los pibes y me ven viendo eso van a decir ¿qué onda con este se hace el maduro y está viendo eso? y creo que eso me restaría mucho.

–A mi también me pasa lo mismo amigo, no da para quedar como un nenito.

Fue una noche de recuerdos y de mucha alegría al acordarnos de momentos que alguna vez nos hicieron estar contentos, creo que los dos nos dormimos soñando con los dibujitos. El día siguiente  fue normal con la rutina de siempre, ir a la mañana a la escuela y luego a la tarde a los talleres de formación profesional, cuando estábamos nuevamente en el sector tomando la merienda le dije:

 -Qué loco, anoche nos cagamos de la risa, ¿no?

-Sí.

La conversación quedó ahí nomás ya que justo pasaban una noticia en la tele y nos colgamos a verla. Pasaron algunas semanas y un fin de semana a la tarde estábamos los dos jugando a la play, nos aburrimos y nos pusimos  a ver la tele, de repente aparece uno de los dibujitos que habíamos estando hablando aquella noche nos miramos y nos reímos, yo le pregunté:

-¿Vamos a verlo?

Miramos para todos lados, no había nadie  y contestó:

-Bueno dale.

 Estábamos muy entretenidos, se acercó otro pibe  y dijo:

 -Uh mirá hace banda que no veía esto.

Tomó asiento y se puso a mirarlo, al rato cae otro y también se queda, yo miraba alrededor y me reía por dentro, me causaba gracia. Ya eran como las ocho de la noche y se escucha que estaban abriendo el candado de la puerta, rápidamente puse el noticiero y los otros pibes se hacían los distraídos, como que estaban en otra. Entra el empleado de seguridad a pedir si alguno podía bajar a buscar la cena y va uno de los pibes, tardó mucho en volver y el empleado no salía más del sector y nosotros sin que él se dé cuenta nos mirábamos y nos hacíamos caras como quejándonos  porque no nos queríamos perder el capítulo que estábamos viendo. Al rato llega el pibe y el empleado se va, puse nuevamente lo que estábamos viendo y ninguno fue a comer, nos quedamos a esperar que termine, los cuatros estábamos hipnotizados y a carcajadas delante de la pantalla.

Es algo que de vez en cuando recuerdo y me causa risa. Después fueron pasando veces que justo nos veía alguien que no queríamos que sepa que mirábamos dibujos animados y nos queríamos matar, pero luego de ver que solo se reían notamos que era una tontería y empezamos a ver cada vez más seguido algún programa de esos. Hoy en día no pasa nada con eso y creo que es algo con lo que rompimos acá en el sector donde me encuentro, porque nos dimos cuenta que eso no nos hace menos personas o menos guapos, es solo un pasatiempo.

domingo, 6 de septiembre de 2015

Con amigos

Era tan blanca que parecía un color único
terminamos de hacer la última línea
los cuatro nos miramos como preguntándonos quién empezaría
ninguno se animaba a ser el primero, habíamos perdido la costumbre.
Entonces agarré la piedrita que quedó a un costado,
la miré y recordé ocasiones similares.
La tiré, empecé a saltar y todo comenzó ahí
dificultosamente llegué al cielo,
 ellos todavía desorientados seguían con los pies en la tierra,
recordé nuestra niñez en la escuela o en la cuadra del barrio
eso me puso contento, ya habían pasado varios años
pero volvimos a jugar a la rayuela.


miércoles, 2 de septiembre de 2015

Por estar aburrido

Todo estaba muy tranquilo
se escuchaban solo algunos pájaros cantando
me encontraba solo y aburrido y me decidí a hacerlo
Separaré las ramitas y lo prendí con un fósforo
 Lo miraba cómo ardía y escuchaba cómo hacía pequeñas explosiones
Como cuando se quema la leña o el carbón
Me gustaba porque ese sonido y el de los pájaros en el aire
Le daban una armonía diferente a esa tarde apagada típica del domingo
El humo de esa hierba verde me mareó
empecé a toser de una manera exagerada
estaba muy mareado, entonces me tiré al piso para relajarme
quedé colgado mirando el cielo y de repente
 empecé a ver formas de cosas en las nubes
me parecía gracioso y me reía
sentía que mis ojos estaban aguados y casi cerrados
porque el humo me estaba haciendo mal
me sequé los ojos y seguí mirando el cielo
creía ver caras de músicos que me gusta escuchar,
y animales raros que nunca vi. Miraba para alrededor
a ver si venía alguien pero no. Todo me daba vueltas,
no entendía nada, sentía que me dormía de a poco.
Me desperté y cuando abrí los ojos vi la ventana de mi cuarto
me pareció raro, miré para afuera y era de noche.
Todo era más raro,
no entendía cómo había pasado la hora tan rápido
y cómo había llegado hasta adentro de mi casa.
Me acerco al living, mi papá me mira, se me acerca, me sostiene, me pide que vuelva a la cama  y se disculpa. Yo sigo sin entender nada y cuando me doy cuenta mi mamá está acompañando hacia la puerta al doctor del pueblo. Le pido explicaciones a mi papá y me dice que el humo de aquel árbol extraño que llevaba tanto tiempo en el fondo de la casa me produjo una intoxicación pero que no era nada grave, que se me pasaría en cuestión de horas, que tenía que descansar.  El día anterior mi papá había decidido cortar ese árbol y luego me mandó a quemar sus restos. Yo no quería, lo hice porque estaba aburrido .
Me voy a acostar molesto. Por su culpa me perdí toda la tarde, me hubiese ido al parque con los chicos.



Nos extrañamos


Sé que me está esperando yo también la extraño
 Recuerdo y sueño con esos momentos encima de ella.
Me despierto y no estoy haciendo eso que veía con los ojos cerrados,
Me desilusiono, pero me convenzo
de que pronto volveré a sentirla cerca mío.
Me llamó y me dijo que quería volver a hacerme gozar
pero cosas nuevas, más interesantes
y que me iba a mostrar partes de ella que no conozco.
Me hace poner ansioso con sólo imaginarme todo eso que tiene para mí

No veo la hora de verte CALLE….

sábado, 29 de agosto de 2015

Insomnio


23/6/2015

Son las 2:00 am no me puedo dormir, esto ya me está sucediendo hace más de un mes creo, suele pasarme dos o tres veces por semana. Las primeras veces no le prestaba atención  porque creía que solo era a causa de andar un poco mal anímicamente pero anoche  me sucedió lo mismo y no pude dormir hasta las 5 estoy empezando a sospechar que me pasa algo en serio. Siempre estoy buscando una manera de estar ocupado y pienso en algo nuevo para hacer que tenga que ver conmigo o con algunos de los pibes de acá o también que sea algo que luego se pueda articular con otra cosa y así trabajar con más personas y cada vez lograr más metas, pero me doy cuenta que cuando me voy a acostar  mi cabeza sigue funcionando, pensando, creando, analizando, deduciendo, reprochando, investigando, recordando y muchas cosas más, varias veces tiene que ver con lo mismo con mis ganas de contar, transmitir o enseñar y se aparecen frases o imágenes claves que  siento que las tengo que nombrar en algunos de mis textos o poesías  en esos  momentos no me quiero levantar a escribirlas porque tengo que ir y prender la computadora y no da, a parte no me gusta escribir mis cosas en cuadernos perdí la costumbre, no sé por qué pero bueno la cosa es que no lo hago. También se me ocurren ideas para crear un proyecto nuevo o para cualquier otra cosa pero no las anoto y al otro día me las olvido, como les decía  me está pasando muy frecuentemente. Yo me doy cuenta cuando va a suceder porque empiezo a dar vueltas en la cama y empiezo a fumar y a ir al baño a cada rato, anoche no sabía qué hacer para distraerme y poder dormir entonces hice eso que alguna vez hacemos de niño de contar ovejas hasta cansarme y dormirme pero no funcionó cerré los ojos y primero empecé a contar las ovejas que  saltaban de derecha a izquierda, pero muy rápidamente  la imagen que proyecte era diferente.

Del  lado derecho todo el campo era muy árido. Las ovejas estaban con caras tristes enojadas y estaban muy flacas en el medio del campo había un alambrado de casi  un metro de altura y del lado izquierdo del campo había una distancia de  un metro de suelo sin nada, pero luego era un paisaje lindo con muchos árboles de frutas, muchas flores y pasto de un color verde hermoso habían ovejas también pero estas se veían contentas, lindas y bien alimentadas empecé a notar que las ovejas ya no cruzaban miraban con rencor a las ovejas del al lado y las ovejas que estaban del lado izquierdo ni miraban para el lado derecho parecía que todo estaba muy mal. Notaba que las ovejas tristes se peleaban entre ellas. Cualquier cosita que alguna conseguía para comer todas las demás se lo querían sacar y se lastimaban, hasta que luego vi que una ya muy cansada empezó a alejarse y alejarse de las demás dirigiéndose hacia el alambrado. Empezó a saltar y a saltar y no llegaba a pasar al otro lado muchas ovejas que estaban de su lado la insultaban y le decían que deje de pensar que iba a poder estar del otro lado, que era imposible lograrlo y ella seguía insistiendo hasta que a la noche logró pasar, se encontró con todo lo que siempre quiso tener: comida, un lugar lindo donde dormir y también su lana se puso linda ya que luego de que empezara a alimentarse bien se veía muy bonita. Así estuvo varios días disfrutando de esa linda vida, luego, se ponía a pensar en sus compañeras y se acercaba al alambrado para hablar con ellas pero nadie quería hablarle porque estaban convencidas de no tenían que hacerlo. Ella estaba triste y empezó a pensar qué podía hacer para que ellas también puedan estar así. Comenzó a llevar frutas cerca del alambrado para que alguien se acerque y coma pero nadie lo hacía  luego empezó a llevar también pasto y cubrió una gran mayoría del suelo seco para que pudieran por lo menos sentirlo o tocarlo pero nada las convencía seguían en la suya con sus problemas y peleas. Hasta que un día una ovejita decidió saltar también insistió e insistió hasta que pasó más tarde otra y otra  juntas se acercaron al alambrado y trataron por mucho tiempo de convencer a las demás de que tenían que pasar, de que solo era una cosa de sentir que son capaces y de que no eran diferentes a las demás ovejas solo por la apariencia, luego de muchas dudas empezaron a pasar. Todas estaban contentas podían comer podían dormir en ese pastito aromatizado y hermoso, nadie peleaba por la comida o por el lugar y se dieron cuenta de que gracias a esa ovejita que un día se animó y se propuso pasar para poder ser como ella quería,  pudieron comprender de que ellas creían que no se lo merecían estar ahí o de que ese lugar era solo para las lindas y nada de eso era así porque cuando decidieron pasar nadie les dijo nada y todas pudieron ser felices y ya no había desigualdad gracias a que todas Vivian de la misma manera.

Eso fue lo que empecé a ver mientras tenía los ojos cerrados luego de toda esa película que me armé en la mente abrí los ojos estaba enojado porque no lograba poner la mente en blanco, pero pensé, que loco que estoy, porque  sentía que esa ovejita era parecida a mí en su forma de ser y ahí pensé fua ni tratando de dormir puedo dejar un poco de lado mi propósito: prendí un cigarro, miraba para todos lados,  volvía a dar vueltas en la cama, me acomodaba, cerraba los ojos y más cosas sucedían dentro de mi mente. Fueron varias veces las que me levanté para ir al baño y para prenderme otro cigarro mientras estaba acostado. Me cansé y lo último que estaba pasando por mi cabeza me hizo levantarme, abrigarme,  ir a la computadora, sentarme y escribir lo que estaba pensando. Luego de algunas horas ya estaba más tranquilo y satisfecho. Fui a acostarme y me dormí rápidamente y muy relajado.

 

Quiero y no quiero

quiero amar
quiero besar
quiero desear
quiero abrazar

no sé qué hacer

no quiero fallar
no quiero lastimar
no quiero decepcionar
no quiero llorar
estoy perdido
estoy confundido
quiero y no quiero
quiero existir
y dejar de existir

quiero dar
no quiero perder
quiero ser feliz
no quiero vivir amargado

quiero saber
y quiero conocer
lo que es el
amor de verdad

miércoles, 26 de agosto de 2015

La misma rutina


Todos los días lo mismo, amanezco temprano, tomo algo y salgo a tomar un poco de sol en ese patio que aparenta lindo por los colores que disfrazan esos muros. Me pongo a pensar mientras tomo agua y miro sus dibujos,  sé que cada uno significa algo que quiso decir alguien y eso es una historia, es arte y es pasión pero me doy cuenta que este edificio con muros grandes y un patio colorido también tiene historias y muchas que son tristes. Conozco muchas. En este patio suceden muchas cosas. Los pibes juegan al fútbol creo que dos o tres veces a la semana, los domingos no sé si juegan porque yo no vengo, me gusta colgarme a descansar ya que tengo una semana muy larga. Muchas veces me quedo en un rincón del patio a mirar a esos hombres vestidos de negro que traen y llevan a los pibes por todo el edificio, siempre están en una esquina del patio contraria a donde paran los pibes; casi siempre los escucho gritar llamándose entre ellos pidiendo que manden algún pibe de un lado a otro. Cuando vienen los familiares de los pibes, a veces la visita es en este patio, suele ser acá cuando hay algún evento o visita especial, yo los miro a todos muy contentos y eso se siente muy lindo, es una de las pocas veces que veo tantas sonrisas y personas juntas, porque luego otro día están los de negro por un lado y los pibes desparramados por todo el patio, cada uno con sus amistades y demasiadas miradas que se cruzan y se pasan señas  y otras que se esquivan.

Hay un pibe que es muy distinto a los demás, parece más tranquilo. Él siempre se acerca y se sienta en el banco que está en el rincón en el que me gusta tomar agua a mí. Siempre me trae pan porque sabe que en general me estoy muriendo de hambre y se pone a contarme cosas de la semana. Yo lo miro y lo escucho muy atentamente, me parece tan interesante lo que me cuenta que solo llego a responderle afirmando con la cabeza un sí o un no. Hoy está triste, dice que se quiere ir a su casa, que extraña a su familia, que está cansado del encierro y de que siempre lo estén controlando de todos lados. Llora. Yo me voy alejando comiendo miguita a miguita del pan que me trajo, tomo un poco de agua y me sigo alejando despacio sin que nadie me note porque siempre que me ven me quieren pegar, me espantan. No quieren verme por ahí. Llego a la otra esquina y me quedo ahí mirándolos a todos. El horario del patio terminó; todos se van adentro. Mi amigo se va caminando como resignado secándose los ojos y mirando al cielo. Los de negro los van contando uno por uno como si fuera que se van a escapar, ¿cómo harían con estos muros tan grandes? es obvio que cualquiera que se encuentre en esa situación desearía atravesarlos, hasta yo creo que no soportaría, pero sería muy difícil irse, tendrían que tener alas como yo para poder volar muy alto y atravesarlos pero ellos no tienen alas así que jamás se van a poder escapar. No sé por qué esos hombres piensan así. Pero bueno, me gusta venir acá porque desde ese rinconcito en el patio al lado del banco de mi amigo puedo comer, tomar agua, mirar y aprender de ese mundo que la mayoría de las personas ignoran y desconocen.

Me voy  con las otras palomas, a contarles todo lo que sucedió hoy en este lugar. 

La Reja


Una reja quizás para muchos no tiene importancia más que la del uso cotidiano pero para otros está llena de historias y eso hace que uno pueda, a través de ella, aprender y capacitar, también tiene el poder de hacerte sentir millones de sensaciones diferentes.

La reja N°13 fue mi compañera durante varios años. Me bastó para conocerla bastante centímetro a centímetro de barrote a barrote, ella estaba triste porque siempre quedaba en el medio de situaciones no deseadas donde presenciaba violencias, angustias, injusticias y muertes. Todo eso la hacía sentirse y verse físicamente moribunda, estaba cansada de tener que tolerar todo lo vivido, se notaba que le hacía mucho daño. A veces cuando alguno de nosotros dos estaba triste (la reja y yo) nos poníamos a contar cosas y a tratar de aliviarnos, en ese tiempo yo ya había empezado a fumar, más en esos momentos de tristezas y, en medio de esas charlas, me decía que no fume, que no me haga más daño, que ella nunca fumó pero que estaba cansada de los humos tóxicos. En varias oportunidades me contó historias de muchas personas que conoció de un lado y del otro y siempre me decía que todas las marcas en su cuerpo tenían una explicación y una historia. Me contaba que se sentía despreciada a causa de que muchas veces fue escupida, quemada y golpeada por la furia de alguien, lloraba y me decía que nunca nadie iba a poder entender o sentir lo que le sucedía. Todas las tardes y noches que estábamos solos charlábamos, me preguntaba cómo hacía para soportar vivir en ese lugar con los de un lado y los del otro, y qué era  lo que hacía que mi apariencia tenga ese algo que me hacía ver bien, que no lo entendía pero que quería verse y sentirse así. Yo le decía que tenía esperanza y fuerza, tal vez como su cuerpo de hierro, que resista.

Hace tiempo que no la veo, me pregunto qué habrá sido de su vida. Hoy vuelvo a ese lugar pero de otra manera, porque me interesa saber cómo está y cómo le fue pero ella ya no está en ese espacio y la celda ya no es una celda, es solo parte del pasillo.

sábado, 22 de agosto de 2015

Expresando Rocanroles


 

                                                          

Amanecí con ganas de pegar el grito, parpadeando con rostro poco amigable,  porque ya estoy cansado del encierro, todos los días la misma rutina y cuando duermo, sueño con esa misma rutina y siento que jamás se acabará, pero de vez en cuando trato de convencerme de que nada es para siempre, nada es para siempre  que hay un cambio si uno lo desea, nada es fácil, lleva mucha tolerancia conseguir lo que querés pero no es imposible. Sé que estoy pagando una condena y la cárcel no es un viaje de egresado ni el sueño dorado de mamá pero peor es quedar tirado en la calle de un balazo sangrando sin parar agradezco que estoy vivo y tuve una oportunidad revertir la situación  cada vez estoy más grande y tengo más conocimientos gracias a los estudios y al saber de la experiencia y me doy cuenta de que Yo vivo en una ciudad donde la gente aún cruza y mira  son pocas las personas que lo hacen pero sucede. Tengo bronca, yo crucé y miré desde otro punto de vista y me di cuenta de que las ratas que estafan y zafan son muchas  pero la gran mayoría no son de la villa ni mucho menos personas humildes. Son ellos que andan con trajes, joyas caras, maletines y exhibiendo coches deportivos o de alta gama. Jamás conocí ni escuché que aquellos anden privados de su libertad; eso quiere decir que el dinero que tienen tiene mucho poder y que pueden pagar lo que sea. Hay miles de casos diferentes, como homicidios, robos, violaciones, estafas etc., y son esos casos que no salen a luz, quedan archivados para siempre y jamás son juzgados gracias a ese capital que tienen. Varias de esas personas hoy me crucifican como un cerdo por no estar de acuerdo y decir que no somos los únicos delincuentes infractores de la ley.  Tampoco están de acuerdo con que conozcamos nuestros derechos ni estudiemos porque gracias a eso podemos darnos cuenta de las injusticias mayores que cometen  y a ellos no les conviene.  Creo que está bueno que progresemos cada vez más y que  nos den la oportunidad de votar, opinar, estudiar y trabajar. Si esta cárcel sigue así todo preso es político ahh y cuando queremos hacer política nos quieren callar  ¿Cómo? ¿No es que estamos en un país democrático? Les duele que queramos cambiar situaciones para que un barrio o una villa puedan tener una vida digna, porque de eso ellos viven, gracias a esa pobreza aparecen los proyectos para supuestamente dar una solución y cuando ya tienen el dinero gastan lo más mínimo en el objetivo y cada vez tienen su cuenta bancaria con mucho más valor y así sucesivamente. Ayer me di cuenta que solo es cuestión de plata. Son muy pocos los que se interesan en invertir para el bien de la gente, pero lastimosamente no son los que tienen poder y les cuesta demasiado lograr que sea de la forma que pretenden.  Son muchos los que se encargan de que no lleguen al poder ninguno de ellos. Yo me encargo de que todos  se enteren lo que no son capaces de ver y a ellos con mis pensamientos los lastimo.  Mi arma es el lápiz mis palabras son balas, balas de paz balas de justica  que aprendí a disparar desde el día que empecé a estudiar y a darme cuenta de las injusticias cotidianas.  No voy a dejar de disparar lo que siento,  descubrí que no tengo que ser ingenuo tampoco volver a esa vida donde soy una marioneta que, a causa de la desesperación, comete errores, se lastima y sufre mientras que gracias a eso hay muchos que sacan el provecho de la situación y se llenan los bolsillos, también me da demasiada bronca cuando a plena luz del día sacan a pasear su hipocresía  dicen que se levantan temprano para trabajar, ¡caraduras!  Yo creo que más de uno de ellos no cumple siquiera con la mitad del horario normal de trabajo y cobran en el mes 10 veces más de lo que es el sueldo básico. ¡Qué loco! y después los que perjudicamos  a la sociedad somos nosotros, los que estamos cansados de la desigualdad y actuamos desesperados. Claro quién va a querernos si solo dicen en los títulos que robamos y que le sacamos las pertenencias a otras personas.  No digo que esté bien  pero por qué no ponen que la culpa es de ellos ya que no distribuyen la plata como tiene que ser.  Nosotros no pudimos sobrevivir y lastimosamente tuvimos que recurrir a eso. ¿Qué quilombo sería, no? si pudiera mostrarse esta cara de las cosas en las noticias. Veo que estoy parado sobre la muralla que divide todo lo que fue de lo que será  y sé que voy a luchar siempre por lo que alguna vez fue mi derecho desconocido. Para que  muchos  sepan que tienen derecho a ser considerados como personas, duela a quien le duela.  Ya que nos echan en cara los errores que comentemos, yo voy a intentar a ayudar aquellos que están en  esta situación, así no terminan en lo mismo.  Voy a salir y decir hay que salir a pelear hay que salir a luchar hay que volver a encontrar todas las cosas divinas, defender el lugar;  tenés que hacerte valer, no sos un trapo de piso.  Y voy a pretender que se den cuenta y puedan lograr vivir como se debe, para que la culpa no sea siempre nuestra, de “los giles que no saben”.

 

 

Canciones adaptadas:

1-Pier/amanecí

2-Fabiana Cantilo/Nada es para siempre

3-Callejeros/ Callejero de Boedo

4-Miguel Cantilo/ Yo vivo en una ciudad

5-Callejeros/ Morir

6-Callejeros/Rebelde, agitador y revolucionario

7-Los redondos/Preso político

8-Leon Gieco/ Pensar en nada

9- Los  fabulosos Cadillacs/El matador

10- Pedro y Pablo/La marcha de la bronca

11- Fito Páez/Salir al sol

sábado, 15 de agosto de 2015

Ex-preso


El sol nace

Y el día se hace

Es mi sentimiento

Lo que siento

No lo miento

Es como cuando te despertás

Con lo que sentís

te manejás

Vos no podés comprar la lluvia

la lluvia llega cuando las nubes

ya están cansadas de tolerar tanto adentro

Así me manejo yo

expreso y digo

lo que siento por dentro

Yo soy la fotografía

de un desaparecido

que se encuentra entre rejas

pero no está perdido

Todo lo que cuento y digo

es para que algún día

te acuerdes de mi apellido

y de las cosas que logré

al darme cuenta  que estaba confundido

No me recuerdes sólo

por lo que un día te contó

 un periodista dolido

Tené en cuenta que muchas personas

 

 que me juzgan y vos elegís alabar

 no son ningunos santitos

 Los consejos

y la sabiduría que me daba

mi viejo fallecido

 forman parte de mi reflexión

y hoy en día soy un joven

que del padre que tuvo

está agradecido

Cuando la suerte

delante de mí se paró

fue como un espejo

donde me vi re bajón

Pero ella me agarró la mano y me dijo

mucha gente te está esperando

no lo dudes subite a este vagón

Hoy en día me encuentro caminando

en un camino donde a veces

aparecen espinas

pero no me detienen

porque sé que al llegar al final

voy a encontrarte y demostrarte

que muchas cosas son mentiras

Sé que cometí un error

pero lo estoy pagando y con dolor

pero en este nuevo camino

 sólo busco la alegría

esa que no supe disfrutar

algún día

El diablo


Varias veces, en distintas ocasiones,  suelo ponerme a pensar si será verdad que alguna vez conocí al diablo.

Cada vez  que en un grupo surgen esas anécdotas de alguna historia escalofriante como la que tiene cada suburbio, yo me acuerdo del personaje que andaba en mi barrio, en Villa Soldati. Recuerdo que en mi inocente infancia a los seis o siete años, de vez en cuando salía a vaguear a la calle con un grupo de amigos de la misma edad, los días de semana luego de llegar de la escuela, merendar y hacer la tarea, salía a la calle, algunos amigos hacían lo mismo y otros llegaban a la casa, tiraban la mochila y rajaban a la canchita o a la plaza, que quedaba en el barrio, a cuatro cuadras de mi casa. Una vez estábamos en las hamacas de la placita de Carrillo, sobre la calle Mariano Acosta  y se nos acerca rengueando una persona vagabunda, con un jean todo cortajeado y una camisa que parecía que alguna vez había sido blanca pero que ya estaba demasiado gris, con una zapatilla del lado derecho de la pierna  y con la otra descalza, con un olor muy feo que parecía que había salido  de una tumba y con una mirada atrapante como la de la abuela de Caperucita Roja y nos dijo con una voz ronca y hablando como un general:

 -yo soy el diablo.

Nos miramos entre nosotros con cara de asustados y me acuerdo que alguno hacia una seña como diciendo que salgamos a correr y sin embargo no lo hicimos, creo que el miedo que teníamos nos paralizó, en la plaza habían algunos pibes jugando al fútbol, pero estaban lejos de donde estábamos nosotros y en los juegos no había nadie sólo éramos nosotros cuatros, lo volvimos a mirar. Él en ese instante sacó un encendedor del bolsillo de su camisa percudida que tenía rayas negras y en un cañito de aluminio que llevaba en la mano cargó una sustancia blanca y la fumó, cuando exhala el humo nos dijo:

-Esto es vida pura, con esto yo me mantengo vivo, si un día no consumo esto yo vuelvo a morir. 

Yo atentamente escuchándolo me animé a preguntarle:

-¿Cómo que volver a morir, que ya estuviste muerto vos?

 Y él me dice:

-Yo reviví ya hace más de veinte años y hoy estoy acá dando vueltas por todos los lugares porque hay muchas personas que dicen que nosotros no ganamos la guerra de Malvinas.

 Y con un grito que le marcaba las venas en el cuello y la frente expreso:

-¿Cómo que no ganamos la guerra? Si fuimos nosotros quienes les pusimos el pecho a los ingleses sabiendo que nos iban a matar a todos, pero nos plantamos con mucha fe y coraje y batallamos días y noches enteras sin poder comer ni dormir bien.

 Mi amigo Carlitos ya con lágrimas en los ojos y la voz afinada le pregunta:

-¿Y ahí moriste vos?

Él lo miró a Carlitos a los ojos fijamente y luego lentamente a nosotros tres, que quedamos de un costado ya quietos sin hamacarnos, solamente atentos a que no se nos acercara un poco más. De repente otra vez fumó un poco de vida, parecía que ya estaba por morir porque tosía de una manera muy desagradable y, como cargaba la varita mágica de aluminio, se notaba que estaba muy desesperado y yo suponía que se le estaba acabando la vida, entonces tenía que recargarse devuelta. Luego de exhalar por segunda vez nos dijo:

-una noche de lluvia dos compañeros y yo estábamos en un refugio y de repente tiran una granada donde estábamos nosotros, yo corrí pero el impacto me atrapó y me arrancó los cuatro dedos.

Nos mostró su pie descalzo que estaba cubierto por el pantalón largo que tenía. Nosotros, al ver esa pierna terrorífica, abrimos los ojos y la boca así como cuando Homero está ahorcando a Bart y levantamos la mirada lentamente y lo miramos.

-Esa noche los tres morimos y aparecimos en el infierno, que era todo escuro y muy caluroso, habían muchos muertos ahí que estaban locos.

 Ricardito se animó a preguntarle:

-¿Había mucho fuego por todos lados?

 El vagabundo le dijo con cara de irónico:

-Callate y escuchá

 Nuevamente nos volvimos a mirar entre todos y ninguno se animaba a levantarse e irse. Yo creo que si alguno se hubiese levantado para irse yo también lo hubiese hecho pero nadie tomaba esa decisión así que nuevamente lo escuchamos.

-No, no había fuego, eso es mentira, pero sí hacía mucho calor, como si estuvieras adentro de un horno, siempre era de noche y las personas de ahí transpiraban mucho. Caminando por un lugar nos encontramos con el diablo, que nos trató bien porque sabía que veníamos de la guerra, entonces no quería tener problemas con nosotros. Él quería que yo fuera su compañero y que lo ayudara a gobernar el infierno pero yo no quería estar ahí, quería salir y poder seguir luchando por nuestras tierras. Él se enojó, me quiso matar y yo peleé con él y lo maté y ahí pasé a ser el diablo yo. Porque se decía que el que mataba al diablo tomaba su lugar en el trono y como yo ya tenía poder, logré salir de ahí.

Lucas que no había dicho ni una palabra desde que llegó el diablo, le preguntó:

-¿Y cómo hiciste para salir de ahí?

-Eso no se dice -respondió él sentándose un una roca que había delante nuestro. Y volviendo a cargar la varita mágica de aluminio nos dijo:

-Pero cuando yo salí del infierno me encontré con que ya había terminado toda la guerra, ya no quedaba nadie, sólo muchos muertos, entonces empecé a caminar por todos lados buscando personas que me ayuden a seguir peleando,  y la gente lloraba y yo les decía que no se preocupen que yo iba a armar otra fuerza con una nueva generación y que iba a recuperar las tierras. Nadie me creía. Entonces desde ahí yo caminé por todos lados esperando que se inicie una nueva guerra para poder formar un grupo de personas que respondieran a mis órdenes, porque acá se va a pudrir todo -decía lentamente y abriendo más los ojos- la gente está cansada de tanta injusticia, de tanta desigualdad, y yo me estoy dando cuenta de que todo va a explotar, se van revelar y van a querer hacer desastres y ahí yo voy a aprovechar, los voy a ayudar, para que después que consigan lo que quieren y logren cambiar este gobierno injusto que nos abandonó en esa guerra, me ayuden a mí a poder recuperar Malvinas. Ustedes se tienen que preparar porque pronto va a ver una guerra y van a tener que defender las tierras, yo vengo acá a poder explicarles cómo hay que hacer para no perder, porque yo ya estuve ahí y ya tengo toda una estrategia armada, que no se la puedo contar a nadie hasta que llegue ese día, porque hay muchos infiltrados, y si se enteran me van a querer raptar para que no lo pueda lograr y todo va a quedar en la nada.

Fumó esa última carga que tenía en la varita mágica de aluminio, aguantó bastante el humo dentro de él y luego miró al cielo y largó toda la humareda. Nos miró, pegó un grito como de queja y se marchó rengueando. Nosotros no podíamos creer toda esa historia, miramos para todos lados y ya había oscurecido, sin decir una palabra nos levantamos y nos fuimos caminando hacia nuestras casas, unas cuadras antes de llegar les dije:

-yo le voy a decir a mi papá que hay que prepararnos para la guerra.

Y los demás contestaron que también les contarían a sus familias. Ese día no dije nada pero al otro día no aguanté y le conté a mi papá lo que me había pasado esa tarde, me recontra retó y me dijo:

-No seas boludo, ese es un loco de la calle, un vago que le gustan las drogas,  no tiene nada que ver con las Malvinas.

Y yo le dije:

-Sí, papi, si le  faltan los dedos, yo lo vi, le tiraron una granada.

Y me contestó con cara de enojado:

-¿Qué granada? si eso se lo hizo un tren, tonto, no te quiero ver más con ese loco. El día que me entere que estás hablando con ese, no salís nunca más.

Yo me fui a la escuela pensando en que no le creía a mi papá porque suponía que él tenía miedo y no quería ir a la guerra, pero al llegar el recreo me junté con mis amigos y nos contamos lo que le pasó a cada uno en la casa y los cuatro coincidimos en que nuestros padres nos dijeron que era todo mentira, que ese tipo estaba loco. Luego seguí mi rutina de vida, con muchas dudas pero nunca más le presté atención al diablo, por miedo a que mi papá ya no me deje salir a divertirme a la calle. Con el pasar de estos dieciséis años nunca más volví a verlo, hoy en día yo me encuentro lejos del barrio, pero hace algunos días hablando por teléfono entre una conversación y otra, me enteré de que el diablo sigue dando vueltas en el barrio.

Yo me sigo preguntando si es que todavía sigue esperando esa guerra.

 

Para ella


25/6/2015 01:00 am

Suelo ponerme a pensar por qué no te valore como debía, sé que muchas veces me dijeron que te cuide, que eras única, incomparable pero no supe entender, sabía que me brindabas todo lo que necesitaba para ser feliz, pero sin embargo creía y me convencía de que otras cosas me harían  más feliz que vos. Recuerdo esos días maravillosos donde solía pasar horas disfrutándote, pero también recuerdo que cometí muchos errores y me olvide de otras cosas importantes. Ya no estas y te juro que te extraño pero cuando me pongo a pensar de todo lo que me paso creo que en realidad tenía que ser así porque yo cambie. Aprendí a darme cuenta de qué es lo que pretendo para mi vida, me di cuenta que tenerte significaba otra cosa. Yo le hablaría de vos a cualquiera que te tenga en su vida y le recomendaría que no sea tan ingenuo y que se aferre porque no hay nada como tenerte, le diría que cuando no te aman como se debe, salís de la  vida de esa persona y  eso causa tristeza, te hace doler el alma.

 Te cuento que luego de tanto tiempo conocí a otra , sé que te vas a poner celosa pero no voy a mentirte, tiene tú mismo nombre, aprendí a quererla, conocí muchísimas cosas  con ella y también me hizo abrir los ojos para darme cuenta de quién quiero ser y qué quiero hacer. Cuando me la presentaron no le tenía tanta fe pero me animé y probé total qué más da, si no funcionaba seguiría solo con mi soledad. Pero no fue así. Luego de que iba pasando el tiempo me sentía contento de haberla conocido, reconozco que no puede darme toda esa inmensidad de cosas que me brindabas  pero creo que eso puede esperar ya llegare a todas esas cosas y lugares, una de las cosas que me hizo comprender es que todo llega a su debido tiempo y creo que es verdad. Es linda como vos, sabe sacarme una larga sonrisa como en alguna circunstancia lo hiciste también, a veces las traigo a las dos a mi mente y veo que son parecidas pero a la vez son muy diferentes,  hay noches que te extraño y quisiera tenerte ya, pero pienso que ahora ella está acompañándome y es ella la que me hace tener fe día a día, ella sabe que busco todo lo que eras vos y no se enoja dice que está bien que yo me lo merezco, y dice que las cosas van a cambiar, yo me pregunto si ella cambiará o a ella la cambiaré por algo parecido a vos, no entiendo bien ese significado pero no me preocupo.

 La verdad es que ahora que han sucedido varias cosas en mi vida, que tuve que poner en balanza muchas situaciones, que crecí, madure y  las conocí a las dos, me gustaría quedarme con ambas. No te enojes sé que con vos sola tengo que poder hacer mi vida, también sé que con vos yo solo actuaba, me dejaba llevar por malas influencias y no tenía límites, ella me los pone es la creadora de lo que hoy soy, de lo que hoy quiero, de lo que canto, de lo que escribo, de lo que  trasmito, ella tiene límites, pero a través de todo lo nombrado yo rompo con esos límites y es el propósito de ella y me encanta que me dé el derecho de hacerlo me siento vivo me siento alguien y eso no quiero perderlo jamás. Espero que me comprendas y me des otra oportunidad  a pesar de que creas que solo juego con ustedes, te prometo que no es así yo las aprendí a querer, y a valorarlas por lo que significan cada una, las amo mucho y no quisiera que ninguna deje de formar parte de mi vida. Espero que esta carta te haga comprender que estoy triste de haberte perdido, que estoy contento de haberla conocido a ella, y de que estoy convencido de que pronto estaremos gozando de muchas cosas juntos. Espero que pronto te enteres de esto que hoy te escribo y que pueda en un futuro no muy lejano poder gritar con mucha alegría y lágrimas en mis ojos que estás conmigo nuevamente. Te amo y te amare, siempre serás mi querida “Libertad”.